Conceptos claros sobre la enfermedad celíaca

Hace casi 75 años, el Dr. W.K. Dicke publicó sus observaciones acerca de que “la proteína presente en el trigo era la responsable de la enfermedad celíaca”. Sin embargo, ha sido en los últimos 10 años cuando se han aclarado muchos aspectos relacionados con esta enfermedad. Aún persiste una tremenda confusión debido a que sus síntomas pueden ser vagos e inespecíficos.

Sabemos que la enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune única, caracterizada por una intolerancia genética (HLA-DQ2/DQ8) al gluten, la proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Es una enfermedad sistémica que afecta a múltiples órganos y provoca cambios patológicos en la mucosa del intestino delgado, tales como inflamación, atrofia y daño en la mucosa.

La incidencia de la enfermedad celíaca es de 1 de cada 33 personas (o el 1% de la población). Las manifestaciones gastrointestinales más comunes incluyen diarrea, dificultad para ganar peso, dolor abdominal, vómitos frecuentes, estreñimiento en algunos pacientes e irritabilidad.

Entre las manifestaciones extraintestinales se encuentran la dermatitis herpetiforme, pérdida de dentina e hipoplasia dental, osteopenia, osteoporosis, baja estatura, niveles anormales de enzimas hepáticas, dolores de cabeza frecuentes, fatiga, deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico, anemia por falta de hierro y artritis.

Qué hacer ante sospechas de enfermedad celíaca
Cuando se sospecha de enfermedad celíaca, es necesario medir el nivel total de inmunoglobulina A (IgA), así como los niveles de anticuerpos anti-transglutaminasa tisular (IgA-tTG). Es crucial que el paciente siga una dieta normal durante varias semanas antes de realizar estas pruebas, y no una dieta libre de gluten, para obtener resultados precisos.

La medición de los niveles de inmunoglobulina A es importante, ya que la deficiencia selectiva de esta es la inmunodeficiencia más común en humanos, con una prevalencia de entre 1/100 y 1/1000. En caso de que exista esta deficiencia, deben medirse los niveles de IgG-DGP (péptido de gliadina desamidado). Si se obtiene un resultado positivo en los anticuerpos en sangre, el diagnóstico debe confirmarse mediante biopsias del duodeno a través de una endoscopia.

Desafortunadamente, no existe un tratamiento farmacológico para la enfermedad celíaca. La única alternativa es seguir una dieta libre de gluten. Sin embargo, varios estudios han demostrado que algunas dietas “gluten-free” pueden ser deficientes en ácido fólico, niacina, riboflavina, tiamina, B12, zinc, selenio y fibra.

Si usted, estimado lector, sospecha que padece enfermedad celíaca, consulte a su médico. De esta manera, evitará formar parte del 80% de los pacientes que solo presentan intolerancia al gluten y no enfermedad celíaca.

 

Por Dr William Mayoral
Center for Digestive Health