Enfermedades mentales y su relación con lo que comemos

Todos conocemos que cada día aumenta la importancia de la alimentación en la prevención de enfermedades inflamatorias y cardiovasculares. Y es que nuestro cuerpo utiliza toda la fuente de los alimentos que consumimos para poder formar nuevas células y regenerara diferentes sustancias químicas como son hormonas, neurotransmisores y células que son las encargadas de transmitir la información de todos los procesos metabólicos de nuestro cuerpo.

 

En estos últimos años, se ha evidenciado más la relación entre una dieta pobre y trastornos de ánimo como depresión, ansiedad y enfermedades mentales como esquizofrenia, y bipolaridad. Sin embargo, se sigue buscando más evidencia que sustente la nutrición para tratamiento de estas condiciones. Investigadores continúan encontrando una fuerte relación en enfermedades como el autismo y desordenes de hiperactividad en niños vinculados con una dieta alta en azúcares refinadas y carbohidratos complejos. Por el contrario, una dieta alta en grasa saludables con Omegas 3 y baja en grasas saturadas han resultado en la disminución de los episodios y mejorar la concentración. La reposición de vitaminas claves como el complejo B y la Vitamina B12 también han añadido efectos positivos en disminuir la fatiga crónica, demencia y depresión asociados a estas condiciones.

 

La dieta mediterránea, rica en verduras, frutas y aceite de oliva, ha sido siempre modelo de una nutrición que ayuda a mejorar la salud mental, el enfoque, la ansiedad y depresión especialmente en poblaciones maduras. A esto se le añade los efectos en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer. Esta es la base de la psiquiatría nutricional que sigue investigando los efectos sobre la salud mental utilizando modelos nutricionales para encontrar nuevas formas de prevención y tratamiento de desórdenes mentales.

 

La psiquiatría nutricional es un campo relativamente nuevo, Se trata de un campo de investigación que utiliza los alimentos y suplementos nutricionales en el tratamiento y la prevención de las enfermedades mentales. Si bien la medicina convencional aboga más por el uso de fármacos y terapias, en el caso de la depresión, por ejemplo, se ha determinado que la falta de apetito, los alimentos dulces o saltarse las comidas pueden crear problemas nutricionales que a su vez estén relacionados con problemas físicos, mentales y/o emocionales. Aunque Hipócrates revelo que el alimento sea tu medicina esta nueva ciencia estudia la alimentación desde un punto más profundo que enfoca en las deficiencias nutricionales como causa de algunas condiciones mentales.

Neurotransmisores como serotonina el cual es producido en su mayoría en nuestro sistema digestivo es base importante para entender esa relación cerebro-intestino y como afecta nuestros estados de ánimos y formas de pensamiento. Muchos de los medicamentos psiquiátricos se basan en tratar de aumentar la cantidad de estos neurotransmisores y así mantener la sensación de calma, recompensa y felicidad en nuestro cerebro. Alimentos ricos en triptófano como los pescado, pollo y pavo al igual que las nueces han ayudado a mejorar de manera más natural aumentar la producción de la serotonina a nivel intestinal.

 

Otra parte esencial de esta comunicación es el eje intestino-cerebro a través del microbioma. Esta es la población más abundante en nuestro cuerpo que reside en nuestro intestino y es parte indispensable para mantener la homeostasis en todo el organismo. Una de las rutas de comunicación mas importante en esta interconexión es el nervio vago. Uno de los nervios mas grandes del cuerpo que conecta el cerebro con los intestinos. Pulmones, corazón entre otros. Es el nervio vago quién está en constante comunicación para dejarle saber al cuerpo de los estados de hambre y saciedad así como los estados nutricionales de los alimentos. También es fundamental para la comunicación de alimentos que pueden causar alergias o disminuir el sistema inmunológico causando reacciones de inflamación. Por eso el microbioma actúa como un factor de mediador entre las elecciones relacionadas con el estilo de vida, nutrición y el mantenimiento de la salud. Una dieta alta en frutas, vegetales y menos grasas tienden a tener un microbioma mas diverso y mas beneficiosos para mantener el balance entre intestino-cerebro.

 

Ejemplos como las grasas insaturadas como el aceite de oliva y los aguacates favorecen la presencia de bacterias más benéficas, como Bifidobacteria y Las grasas saturadas tienden a incrementar los Bacteroides, que son bacterias que influyen de manera negativa en la salud intestinal. Se debe aumentar el consumo de vegetales ricos en fibra. Estos alimentos contienen muchos almidones complejos que su cuerpo no puede descomponer completamente por sí solo. Por el contrario, su cuerpo depende de las bacterias del sistema digestivo para descomponer parte de la fibra. Estos alimentos ricos en fibra actúan como prebióticos, alimentando su microbioma. Por lo tanto, cuando cuidamos de lo que comemos, cuidados también de nuestro futuros pensamientos, ánimos y salud.

 

Si deseas conocer si tu microbioma está afectando tu salud, nos puedes encontrar en nuestras oficinas de Dr. G Family Medical and Wellness Center. Desde consultas personalizadas de nutrición y cambios en estilo de vida hasta medicina Funcional y Nutricional. Estamos para evaluar al paciente de forma integral y no solamente por su enfermedad. Llámanos al 407.930.8001 o visítanos al 14522 Landstar Blvd suite 103, Orlando. Dr. Adamar Gonzalez personalmente los evaluará para ayudar transformar la salud a otro nivel.

 

Dra. Adamar González
Medicina General
Certificada en Medicina Funcional y Nutricional
CEO Dr. G Family Medical and Wellness Center