Un informe reciente establece una conexión entre la obesidad y los cánceres de estómago, hígado, riñón, cerebro y otros.
Cerca del 33 por ciento de los estadounidenses adultos son obesos. Está bien documentado que la obesidad aumenta el riesgo de varias afecciones crónicas, que incluyen presión arterial alta, accidente cerebrovascular, diabetes e incluso cáncer.
Sin embargo, un estudio reciente resalta el estrecho vínculo entre la obesidad y el cáncer. Un informe reciente, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), estableció una conexión entre la obesidad y el 40 por ciento de todos los tipos de cáncer diagnosticados en el país. El informe también afirma que la obesidad puede estar relacionada con 13 tipos de cáncer diferentes, incluidos el mieloma múltiple y los cánceres de cerebro, de seno después de la menopausia, colon, esófago, vesícula biliar, riñón, hígado, páncreas, estómago, tiroides y útero.
El informe de los CDC menciona que en 2014, 631.000 estadounidenses recibieron un diagnóstico de cáncer relacionado con el sobrepeso o la obesidad. El diagnóstico de estos tipos fue más prominente en personas de 50 años o más y en mujeres. La agencia también indicó que las tasas de incidencia para la mayoría de los cánceres, con excepción del cáncer colorrectal, fueron mayores en los estadounidenses de 20 a 74 años de edad.
Las cifras son realmente preocupantes porque las tasas de sobrepeso y de cánceres relacionados con la obesidad son altas y continúan aumentando en los EE. UU., según los CDC. Las tasas de casos de cáncer relacionados con la obesidad aumentaron en un 7 % entre 2005 y 2014. En general, la tasa de casos de cáncer disminuyó durante los últimos 20 años, pero los casos de cáncer relacionados con la obesidad y el sobrepeso impiden que la tasa de diagnóstico de cáncer siga disminuyendo en el país. En realidad, la tasa de casos de cáncer no asociados con la obesidad disminuyó en un 13 por ciento durante un período similar.
El informe indica que perder peso podría reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer en muchas personas. Sé que lo decimos todo el tiempo, pero mantener una dieta sana y equilibrada, y un estilo de vida físicamente activo son elementos beneficiosos para la salud en general, no solo para evitar el cáncer y la obesidad. Bajar de peso toma tiempo, requiere mucho apoyo y, a veces, intervenciones médicas como la cirugía para reducción de peso. Algunos estudios incluso muestran que las personas que se someten a la cirugía para bajar de peso pueden reducir su riesgo de desarrollar ciertos cánceres en hasta un 80 por ciento.
Seamos claros, no todas las personas necesitarán intervenciones quirúrgicas para bajar de peso. Pero mi punto general es que mantener un peso saludable, sin importar la forma en que se logre, es fundamental para reducir el riesgo de contraer cánceres relacionados con la obesidad.
Como médicos, también podemos hacer más para ayudar a los pacientes. Al igual que con la mayoría de las condiciones médicas, la prevención y la intervención temprana son clave. Según el informe de los CDC, el control integral del cáncer y las intervenciones basadas en evidencia para promover el peso saludable son dos enfoques que podrían reducir las tasas de cánceres relacionados con el sobrepeso y la obesidad.
Como país, sabemos que la obesidad es un desafío continuo para la salud pública, que actualmente se considera una crisis. Este estudio destaca que la prevalencia de la obesidad está provocando un lento pero constante aumento de las tasas de incidencia de otras enfermedades relacionadas. Al abordar el tema de la obesidad y brindar a los pacientes información y estrategias de intervención necesarias para mantenerse saludables, eventualmente podríamos avanzar de manera significativa en la lucha contra esta crisis de salud pública y otras afecciones crónicas.
Andre F. Teixeira, MD
Cirugía Bariátrica