Por Pedro Cruz-Torres, MD, FACOG
La detección temprana es fundamental para aumentar las posibilidades de sobrevivir a cualquier cáncer. Aun cuando las mujeres hispanas son diagnosticadas con cáncer de seno en menores proporciones que las de raza blanca o negra, este tipo de cáncer es el más común entre las latinas y la principal causa de muerte. Las latinas son menos propensas a hacer- se auto exámenes de senos, realizarse mamo-grafías y buscar atención médica cuando sien-ten que algo anda mal. Deben practicarse la mamografía a partir de los 40 años de edad, entre los 45 y 54 años el examen debe ser anual y después de los 55 por lo menos cada dos años.
LA DETECCIÓN TEMPRANA ES CLAVE
Estudios demuestran que las mujeres hispanas son diagnosticadas tardíamente, por lo tanto sus esperanzas de vida son más reducidas. Este grupo es 44% más propenso a adquirir cáncer de cuello uterino que las mujeres blancas. El cáncer de cuello uterino es causado por una infección persistente con ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH) y se puede prevenir aplicando la vacuna (en Estados Unidos hay tres aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos para la Prevención de Infecciones por VPH). Otra forma de prevención es mediante la eliminación de lesiones pre cancerosas detectadas mediante un examen. Si el cáncer de cuello uterino es descubierto a tiempo, éste puede ser tratado de manera exitosa. Es vital que las mujeres mayores de 21 años y sexualmente activas, se realicen el examen pélvico y el Papanicolaou con regularidad, pues permite encontrar problemas cervicales antes de convertirse en cáncer. Alrededor del 80% de las muertes por cáncer de cuello uterino se hubieran podido evitar con una detección temprana y tratamientos adecuados. Las mujeres hispanas establecen como prioridad el cuidado de su familia, lo que no es posible si no están saludables y fuertes. Lo mejor es estar al día con los exámenes que podrían descubrir cualquier anomalía.