no-me-gusta-la-batalla-eterna-con-nuestros-hijos-a-la-hora-de-comer

¡No me gusta! La batalla eterna con nuestros hijos a la hora de comer

Por Denise Serafín, MD Pediatra / Windemere Pediatrics Tel. 407.297.0080

Todos hemos experimentado la frustración de escuchar a nuestros hijos decir desde que empiezan a caminar y hasta la adolescencia: “¡No me gusta esa comida!” así nunca la hayan probado. Esto es normal, es de esperarse y a los padres que sufren les ofrezco esperanza. Durante el desarrollo del niño, es normal que éste utilice herramientas para independizarse y tomar sus propias decisiones. El menor usa esta técnica para decidir lo que le gusta y lo que no a la hora de comer. Aunque sea un proceso lento y doloroso, tenemos que tener paciencia y recordar que va a comer cuando tenga hambre hasta el punto de saciedad, y no hasta que “limpie el plato” como decía mi mamá.

Estos consejos le ayudarán a no morir en el intento:

• Coma en familia. Limite el uso de distracciones como TV, celulares, iPad. El niño que se alimenta en una mesa con su familia disfruta más de la compañía y se enfoca menos en el proceso de comer.

• Sirva el mismo menú a todos los miembros de la familia y evite los platos especiales para el “picky eater”. Ofrezca variedad incluyendo aquello que a él le gusta.

• Sea un buen ejemplo. Si espera que su hijo coma una variedad de vegetales, usted tiene que comerlos también.

• Respete los horarios. La comida debe tener un horario regular para 
crear buenos hábitos alimenticios. Desayuno, almuerzo y cena, más dos “snacks”. Limite el “picar” durante el día, los jugos y refrescos que dan la sensación de llenura sin ofrecer ningún valor nutricional.

• Involucre al niño en el proceso de comprar los alimentos. Invítelo al supermercado y pídale que ayudar a escoger las frutas, vegetales, proteínas y carbohidratos. El niño que participa en la cocina a la hora de prepara la cena estará más dispuesto a probar diferentes comidas.

• Puede tomar de 10 a 12 veces probar un alimento para que finalmente le “guste”. No se rinda, aunque solamente sea una cucharadita, eventualmente lo aceptará.

• Si el niño quiere echarle “kétchup” a todo, déjelo. Mientras coma los vegetales no importa, esta salsa no les quitará su valor nutricional. • Los niños requieren entre dos o tres servicios de lácteos al día, dependiendo de la etapa en el desarrollo que se encuentren. Tenga en cuenta que la leche no sustituye un plato de comida
y no debe ser un “snack”. El “Pediasure” debe consumirse bajo la recomendación de su pediatra, y no cuando el “picky eater” no quiere comer.