Más allá de una mala historia en la cama

Muchos hombres experimentan problemas sexuales, los cuales se vuelven más comunes con el envejecimiento. Entre éstos se encuentran la disfunción eréctil, la pérdida de interés sexual y los problemas de eyaculación, entre otros.

El estrés, algunas enfermedades, medicamentos o problemas emocionales pueden ser factores que contribuyen a estos problemas. Tener dificultades ocasionales con la función sexual es común, pero si los problemas persisten por más de unos meses o causan angustia en usted o en su pareja, es importante acudir a un profesional de la salud.

¿Qué es la disfunción eréctil (DE)?
Se define como la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una penetración. También puede manifestarse como una incapacidad constante o intermitente para lograr una erección adecuada o una tendencia a tener erecciones breves.

Para la mayoría de los hombres, la DE se debe a un problema o trastorno físico, contrario a la creencia pasada de que se debía a problemas “mentales”. Una vez identificada la causa, se puede recomendar un tratamiento adecuado para ayudar a recuperar una vida sexual satisfactoria. La DE puede ser consecuencia de trastornos físicos como lesiones neurológicas, enfermedades como hipertensión o diabetes, cirugías como la extirpación de la próstata, o el uso de sustancias como tabaco, drogas, alcohol o ciertos medicamentos, entre otras.

Es muy importante que el paciente entienda que la DE puede ser un indicador de enfermedades cardiovasculares. La pérdida de la rigidez en la erección es el primer indicio de disfunción endotelial, lo cual es un indicador temprano de enfermedad cardiovascular.

Pérdida de interés sexual y testosterona baja:
El deseo sexual (libido) varía en gran medida entre individuos y puede disminuir temporalmente debido a trastornos como la fatiga y la ansiedad. La libido también tiende a reducirse gradualmente con la edad. La persistencia de una libido baja puede afectar a la pareja.

En algunas ocasiones, una libido reducida puede ser un problema crónico causado por diversas razones. Más comúnmente, la disminución de la libido se manifiesta después de muchos años de deseo sexual normal. Factores psicológicos, como la depresión, la ansiedad y problemas en la relación, son a menudo la causa. Algunas enfermedades crónicas también pueden provocar una disminución de la libido. Además, algunos fármacos (como los utilizados para tratar la depresión, la ansiedad o el cáncer de próstata avanzado) pueden reducir las concentraciones de testosterona y, por ende, la libido.

Cuando disminuye la libido, los hombres tienen menos pensamientos y fantasías sexuales, así como menor interés en el sexo, lo que reduce la frecuencia de la actividad sexual. Incluso la estimulación sexual por medios visuales, palabras o el tacto dejan de suscitar interés. Los hombres con libido baja pueden conservar la función sexual y, en ocasiones, mantener relaciones sexuales para satisfacer a su pareja.

Eyaculación precoz
Ocurre cuando un hombre alcanza el orgasmo antes de lo deseado por él o su pareja. Puede suceder antes o poco después de la penetración. Diversos factores emocionales y físicos pueden contribuir a la eyaculación precoz. Esto puede suceder si un hombre se excita o se estimula demasiado, o si está nervioso o incómodo con una nueva pareja. Otras causas incluyen el estrés, la depresión, problemas de pareja o ansiedad por el rendimiento. La eyaculación precoz a menudo desaparece sin tratamiento, pero si ocurre con frecuencia y se desea mejorar, es recomendable hablar con su médico de cabecera o un urólogo para posibles tratamientos.

 

Por Dr. José Silva
Urólogo
AdventHealth