Cuando las arterias del corazón son obstruídas por placas de colesterol, se presenta una reducción en el flujo sanguíneo causando un dolor en el pecho llamado Angina Pectoris. Sin embargo, se debe tener en cuenta que no todos los dolores de pecho son Anginas, en la mayoría de los casos pueden ser causadas por inflamación de otras estructuras y no por enfermedad coronaria obstructiva.

Cómo detectar el dolor de Anguina de Pecho
Es un dolor opresivo, frecuentemente los pacientes lo describen como si alguien estuviera sentado en su pecho. Algunas veces se asocia con otros síntomas como dificultad para respirar, sudoración profusa, mareo o fatiga. Hay quienes no presentan dolor, pero se quejan de fatiga severa, sensación de ahogo o dificultad para respirar con sus actividades cotidianas o cuando realizan ejercicio, incluso pueden manifestar sensación de indigestión y náusea. A esto le llamamos equivalentes anginosos. Es posible que el dolor no sea en el pecho, si no en los hombros, el cuello, los brazos o la mandíbula. Estas presentaciones atípicas son más frecuentes en las mujeres y en los pacientes diabéticos.

La angina de pecho se clasifica en estable e inestable. La primera se define como el dolor de pecho que sucede con la actividad o esfuerzo físico y que mejora rápidamente con el reposo o con medicamentos anti anginosos. La segunda, se considera un Síndrome Coronario Agudo y requiere de atención médica inmediata, pues el dolor de pecho sucede en reposo o muestra un aumento progresivo de sus características. Algunos ejemplos pueden ser una frecuencia cardiaca en aumento, dolor cada vez más intenso y prolongado, que ocurra con poco esfuerzo físico o no mejore con el reposo. En este caso, es necesario comunicarse con el 911 o consultar al servicio de urgencias más cercano, pues se puede convertir en un infarto miocárdico (ataque cardíaco).

Si presenta síntomas que sugieran Angina de Pecho, consulte a su médico y solicite una evaluación por un cardiólogo para descartar una enfermedad coronaria. Los estudios y medidas a tiempo mejoran el pronóstico y evitan daños más severos del corazón e incluso la muerte.

 

Por: Dr Jorge Uribe
Cardiólogo
The Cardiovascular Center